Pensarías que estarías a salvo de las pandillas de jóvenes ladrones cuando estás en medio del bosque, pero estarías equivocado.
Claramente, no has oído hablar de los pequeños ladrones de autos más lindos del mundo y su madre líder.
Chad Morris y su familia estaban de vacaciones en Gatlinburg, Tennessee y disfrutaban felizmente del estilo de vida de una cabaña en la exuberante naturaleza cuando un grupo de cobardes ladrones de autos subió a su auto.
Morris estaba pasando el rato dentro de la cabaña alquilada por la familia cuando sus padres lo llamaron urgentemente.
Cuando salió, vio que toda una familia de osos estaba en medio de irrumpir en su automóvil.
Es seguro decir que Morris no esperaba encontrarse frente a una adorable y peluda familia de osos ladrones de autos.
Observó con asombro cómo cachorro tras cachorro subían a gatas a su coche hasta que los tres pequeños ositos estaban dentro.
Los cachorros claramente se estaban divirtiendo, rodando y explorando el interior del auto.
Indagaron en los asientos traseros, asomaron la cabeza por la ventanilla abierta y uno se acomodó en el asiento del conductor.
Morris y su familia apenas podían creer la escena que se desarrollaba frente a ellos.
Tenía una sensación claramente surrealista, pero al menos pudieron quitarse de encima la conmoción e inmortalizar el evento tomando algunas fotos divertidas.
La madre osa estaba cerca, cuidando con cariño a sus cachorros juguetones, sin duda adoctrinándolos en una vida de crimen y autos rápidos.
Después de que se divirtieron, los cachorros se bajaron y decidieron tratar de forzar el otro auto en el camino de entrada.
Desafortunadamente, sus habilidades para robar autos aún no estaban demasiado desarrolladas, y como este auto tenía todas las ventanas cerradas, no pudieron entrar. ¡Maldita sea!
La adorable familia decidió probar suerte en otro lugar y felizmente se adentró en el bosque.
En este punto, Morris y su familia finalmente pudieron dirigirse a su automóvil y evaluar el daño en el interior.
Sin embargo, el automóvil se había mantenido sorprendentemente bien, con solo algunas marcas menores de mordeduras y rasguños.
Morris tuvo suerte, pero puede que no tenga tanta suerte la próxima vez; entonces, es posible que los pequeños delincuentes finalmente hayan aprendido a conectar y conducir un automóvil. ¡Mejor sube esas ventanillas, Morris!
